El niño
congelado es, ante todo, un libro que
trata sobre el miedo a la sumisión Afirma en exclusiva a Estereocentro la
escritora villaclareña Mildre Hernández Barrios quien hoy se sitúa entre los
nombres más prestigiosos en el campo de la literatura para niños y jóvenes del
continente americano.
Y es que
dicha publicación resultó Premio Casa de las Américas en 2015, y figura entre
los diez mejores libros de 2016 seleccionados por la crítica literaria. A decir
de Mildre se trata de… «una historia de fantasía, un poco de ciencia ficción y
suspenso.»
Sus
personajes principales, niños también, están enclaustrados en una fábrica de
congelación por un sumo director, pero sus descubrimientos y los amigos que forjan
logran sacarlos de allí,
cuenta la
autora.
Hernández
Barrios comenzó escribiendo para adultos pero los lauros llegaron a través de
la literatura infantil, carrera que inició hace 20 años.
«Y yo creo que el secreto está en ser fresco, en no dejar de jugar. Debemos enseñarle al niño las cosas a través de la fantasía y de los juegos.»
Desde su
experiencia, Mildre asegura que se puede tratar cualquier tema en la literatura
infantil, y que el ingrediente indispensable es la aventura. “No debemos ser
tan rígidos a la hora de escribir para niños, ni tampoco tan tontos”
«A partir de “El niño congelado” es que yo me estoy encontrando. Eso no lo entiende todo el mundo, porque para muchos intelectuales el libro no está escrito para cubanos, lo cual considero un absurdo total. Es como si para que los niños de mi país se sientan identificados con el texto debiera utilizar solo nombres característicos como Juan o Pedro.»
Los primeros
referentes de esta escritora Premio Casa de Las Américas fueron Jean Cristian
Andersen y otros clásicos de la literatura universal además de escritoras
latinoamericanas y cubanas como Dora Alonso y Mirta Aguirre.
«Pero yo creo que el estilo en que me siento cómoda es el de esta obra.»
Por Lisandra Durán
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