El 7 de junio está dedicado a los
bibliotecarios cubanos, en homenaje a Antonio Bachiller y
Morales,considerado el Padre de la Bibliografía Cubana.
Junio es el mes en que los bibliotecarios cubanos tienen su fiesta.
Cuando llega el séptimo día, fecha que marca el nacimiento en 1812 de
Antonio Bachiller y Morales —considerado el Padre de la Bibliografía
Cubana— estos adalides de los libros reciben reconocimientos, comparten
alegrías y son agasajados por aquellos que saben el valor de su
trabajo.
Al otro día, de nuevo se les puede ver acomodando libros, revisando fichas, orientando al lector que acude a su consulta, seguro de que nadie mejor que el bibliotecario podrá ofrecer el atajo más directo hacia el camino del conocimiento.
Para que no quede el festejo en un día, la Oficina del Historiador de La Habana celebra desde el pasado lunes y hasta el viernes 9 la VIII Jornada por el Día del Bibliotecario Cubano, festejo que implica a varias instituciones del Centro Histórico y está vertebrado por un evento científico donde confluyen profesores y estudiantes de la especialidad de Ciencias de la Información.
La Sala de Teatro de la Orden Tercera, ubicado en el Convento de San Francisco de Asís, acogió el lunes al Quinteto de Música Medieval Ensemble Laudes, dirigido por Henry Vidal García, mientras un intercambio de experiencias en torno a la preservación y difusión del patrimonio bibliográfico desde el enfoque de la inclusión social, tuvo lugar ayer en el Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana.
La presentación del libro Chocolat en la Calle de Madera de la Plaza de Armas, como resultado del taller Vamos a armar un libro, que imparten bibliotecarias de la Casa Víctor Hugo y Vitrina de Valonia fue otro de los atractivos de la jornada que para hoy reserva a las 2:00 p.m. en la Casa de la Obra Pía, el laboreo del Proyecto comunitario Arte y Corte, cuyos aprendices reinterpretarán peinados que aparecen en fondos documentales de las bibliotecas del Centro Histórico.
La campaña Lecturas de intercambio anima la jornada desde hoy a las 9:30 a.m., en la Plaza de la Catedral. Este proyecto se ha coordinado con el espacio La rueda letrada, de la Casa de la Poesía. El objetivo es que los lectores puedan intercambiar libros entre sí, para lo que deberán llevar textos en buen estado.
Para mañana se prevé el homenaje a la biblioteca Gabriela Mistral, del Centro Hispanoamericano de Cultura, con la inauguración de exposiciones y la celebración de paneles. Para la tarde, la Campaña Libros en movimiento recorrerá el Malecón desde la estación de la lancha de La Habana-Regla-Casa Blanca hasta Galerías Paseo. La acometida contempla obsequio de libros y espacios de interacción con el público.
La jornada tiene dos momentos de cierre: la develación de una tarja en homenaje al bibliotecario Alfredo Zayas, de la biblioteca y archivo históricos de la Oficina del Historiador, en la Biblioteca Histórica Cubana y Americana Francisco González del Valle, y la demostración del Taller de Encajes de Bolillos del espacio Barcelona-La Habana. Allí quedará demostrado ante los presentes cómo se pueden hacer marcadores y otros accesorios asociados a un libro, con gracia y belleza.
( Tomado de Granma)
Al otro día, de nuevo se les puede ver acomodando libros, revisando fichas, orientando al lector que acude a su consulta, seguro de que nadie mejor que el bibliotecario podrá ofrecer el atajo más directo hacia el camino del conocimiento.
Para que no quede el festejo en un día, la Oficina del Historiador de La Habana celebra desde el pasado lunes y hasta el viernes 9 la VIII Jornada por el Día del Bibliotecario Cubano, festejo que implica a varias instituciones del Centro Histórico y está vertebrado por un evento científico donde confluyen profesores y estudiantes de la especialidad de Ciencias de la Información.
La Sala de Teatro de la Orden Tercera, ubicado en el Convento de San Francisco de Asís, acogió el lunes al Quinteto de Música Medieval Ensemble Laudes, dirigido por Henry Vidal García, mientras un intercambio de experiencias en torno a la preservación y difusión del patrimonio bibliográfico desde el enfoque de la inclusión social, tuvo lugar ayer en el Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana.
La presentación del libro Chocolat en la Calle de Madera de la Plaza de Armas, como resultado del taller Vamos a armar un libro, que imparten bibliotecarias de la Casa Víctor Hugo y Vitrina de Valonia fue otro de los atractivos de la jornada que para hoy reserva a las 2:00 p.m. en la Casa de la Obra Pía, el laboreo del Proyecto comunitario Arte y Corte, cuyos aprendices reinterpretarán peinados que aparecen en fondos documentales de las bibliotecas del Centro Histórico.
La campaña Lecturas de intercambio anima la jornada desde hoy a las 9:30 a.m., en la Plaza de la Catedral. Este proyecto se ha coordinado con el espacio La rueda letrada, de la Casa de la Poesía. El objetivo es que los lectores puedan intercambiar libros entre sí, para lo que deberán llevar textos en buen estado.
Para mañana se prevé el homenaje a la biblioteca Gabriela Mistral, del Centro Hispanoamericano de Cultura, con la inauguración de exposiciones y la celebración de paneles. Para la tarde, la Campaña Libros en movimiento recorrerá el Malecón desde la estación de la lancha de La Habana-Regla-Casa Blanca hasta Galerías Paseo. La acometida contempla obsequio de libros y espacios de interacción con el público.
La jornada tiene dos momentos de cierre: la develación de una tarja en homenaje al bibliotecario Alfredo Zayas, de la biblioteca y archivo históricos de la Oficina del Historiador, en la Biblioteca Histórica Cubana y Americana Francisco González del Valle, y la demostración del Taller de Encajes de Bolillos del espacio Barcelona-La Habana. Allí quedará demostrado ante los presentes cómo se pueden hacer marcadores y otros accesorios asociados a un libro, con gracia y belleza.
( Tomado de Granma)
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