Las acciones realizadas el 9 de abril de 1958 durante la
Huelga General Revolucionaria convocada por el M-26-7 serán rememoradas en
varias localidades de Villa Clara.
Los dos escenarios principales de la Huelga acá en el
centro de Cuba fueron la ciudad de Sagua la Grande, ocupada durante casi 24
horas por los revolucionarios, y Santa Clara, donde también hubo acciones
combativas y se derramó sangre joven.
De igual manera se luchó contra el tirano, el día 8, en
Quemado de Güines, cuando el comandante del Ejército Rebelde Víctor Bordón
Machado atacó el cuartel de la Guardia Rural del poblado.
Ranchuelo y Corralillo también aportaron vidas valiosas
al martirologio de la Patria en aquel día en que se pretendió acabar con la
oprobiosa dictadura de Fulgencio Batista.
Fue un revés doloroso, pero su ejemplo y muestras de
valor aceleraron la caída del régimen llegado al poder mediante un golpe de
estado, el 10 de marzo de 1952.
En relación a lo sucedido en la bella ciudad del Undoso,
afirmó Fidel el 9 de abril de 1968, al dejar inaugurado el Hospital 9 de Abril:
« (...) resultaba realmente extraordinario cómo un número
tan reducido de hombres, apoyados por el pueblo, habían podido mantener bajo
control durante 24 horas una ciudad del tamaño y de la importancia de Sagua la
Grande. (...) no hay duda de ninguna clase de que en la historia de nuestra
Revolución aquel día la ciudad de Sagua escribió una página imborrable de
heroísmo».
En Santa Clara sobresalió el barrio del Condado, y desde
la panadería Santa Teresa, ubicada en la calle San Miguel, entre San Pedro y
Toscano, salió un grupo de jóvenes dispuestos a derrocar a Batista. Tres de
ellos, ofrendaron su vida: Antonio Aúcar Jiménez, Héctor Martínez Valladares y
David Díaz Guadarrama.
En Ranchuelo, otros tres revolucionarios murieron
asesinados por la dictadura, al ser sorprendidos en la finca El Tocino: Víctor
Abello García, Teobaldo Núñez Núñez y Alberto Villafaña.
Corralillo aportó también su cuota de heroísmo. El 10 de
abril, un comando dirigido por Evelio Daniel Villavicencio, separado de la
tropa de Víctor Bordón, fue sorprendido en la finca Santa Elvira mientras
marchaba a la toma del cuartel de Rancho Veloz.
Allí murieron Ramón Montesinos Cruz, Juan Sergio Corzo
Mayo, los hermanos Jesús y Jorge Castillo Castillo, Adolfo Bonilla Rodríguez,
Tito Alberto Rodríguez, Lázaro Villavicencio Gutiérrez, Mario Mesa Morales,
Ambrosio Francia León, Cecilio Humberto Cárdenas Menéndez y el propio jefe,
Evelio Daniel Villavicencio.
Mientras el 11 de abril de 1958 fue encontrado en
una cuneta del Circuito Norte, el cadáver de Luis Ridel González Méndez,
natural de Motembo, quien había tomado parte de las acciones revolucionarias
dos días antes.
Los actos organizados por el aniversario 59 de aquellos
sucesos servirán no solo para homenajear a los caídos sino para revivir un
fragmento valioso de nuestra historia que no debe ser olvidado.
(Por Narciso Fernández Ramírez, Vanguardia)
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