
De esta forma se garantiza la materia prima que asegura la producción
de panes, dulces y otros renglones incluidos en el módulo mensual
recibido por estos pacientes, y que ha contado con el apoyo de los
trabajadores de la Empresa Productora de Alimentos (EPPA) y del
Ministerio de la Agricultura.
El Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP), perteneciente a
la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas (UCLV), trabaja desde
hace tres décadas en el cultivo del sorgo, mientras sus especialistas
han dedicado 11 años a la rama dirigida a la atención de los celíacos.
Al frente del grupo está el Dr. Orlando Saucedo Castillo, quien
avala las bondades del cereal —considerado el cuarto en importancia
mundial— por su alto contenido de fibra saludable. Útil, además, para
diabéticos y también como antioxidante en la prevención del cáncer de
colon.
Dicho colectivo fue reconocido en 2015 con el Premio Nacional a la
Innovación Tecnológica debido a que sus estudios poseen los fundamentos
necesarios, a fin de corroborar valores en la alimentación humana
extendidos a los requerimientos nutricionales de los animales.
La celiaquía es una enfermedad autoinmune de por vida, en la que el
sorgo no resulta un fármaco, sino parte de la dieta de estos pacientes a
partir de un producto carente de gluten o proteína contraproducente
ante la atrofia del intestino delgado que presentan estos enfermos.
Cuba tiene 1200 menores de 17 años que padecen la enfermedad, y unos
250 000 adultos impedidos de ingerir panes, galletas, fideos y pizzas,
mientras Villa Clara registra 42 niños y un centenar de personas
mayores.
El grupo del CIAP extiende su gama de conocimientos relacionados con
el sorgo, y ya ha capacitado al personal de ocho provincias del país en
lo concerniente a ventajas y potencialidades de esa gramínea.
Por Ricardo R. González (Tomado de Vanguardia)
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