
Resulta
inolvidable para cualquier revolucionario recorrer Santiago de Cuba donde en
cada calle se respira historia. Pero para un periodista villaclareño resulta
casi un compromiso de honor, al visitar la cuna de la Revolución en estos
tiempos, regresar con una entrevista al compañero Lázaro Expósito Canto, el
primer secretario del Partido, que tantos recuerdos entrañables dejó como
cuadro en Villa Clara.
Más aún, quizás, para este reportero que tuvo la suerte de trabajar muy cerca de él por aquel tiempo y hacía diez años que no sentía su caluroso abrazo.
Transcribo textualmente el diálogo sostenido con Lázaro, al distinguirme entre los 90 campesinos de Camajuaní del movimiento político productivo por los 90 años de Fidel, que fueron a rendirle homenaje al Comandante en Jefe y lo rodearon con cariño.
Lázaro Expósito Canto: Mi hermano ¡caray!, ¿cómo está la cosa, cómo va la pelea?
JAL: Bien, guapeando, fajao como siempre, discípulo suyo.
Lázaro Expósito Canto: Y yo fajao también aquí, fajao, fajao.
JAL: Yo lo sé. Lázaro, ¿de dónde usted saca tiempo para atender a todo el mundo, atender a estos campesinos que vienen de Villa Clara?
Lázaro Expósito Canto: Yo con tremendo honor los estoy atendiendo porque sé lo que aportan a la sociedad, desde ayer estoy al tanto de por dónde venían, cuándo venían, diseñando el alojamiento y tenía que verlos hoy de cualquier manera, primero porque se lo merecen y segundo porque me siento feliz cuando comparto con personas tan laboriosas y tan aportadoras. Por tanto,¿tiempo?, trabajar muchas horas y atender las prioridades y para mí atender a los campesinos de Camajuaní es una prioridad.
JAL: ¿Qué significa para usted como primer secretario del Partido en Santiago de Cuba custodiar hoy en esta ciudad los restos inmortales de los dos cubanos más grandes de la historia?
Lázaro Expósito Canto: Imagínate, es un honor, pero además se convierte en un compromiso, un compromiso de todos de ser mejores santiagueros, mejores cubanos y mejores patriotas.
JAL: Lázaro, yo se que a usted lo sorprendió, pero al pueblo no, recibir recientemente la condecoración como Héroe del trabajo de la República de Cuba.
Lázaro Expósito Canto: Yo sé que al pueblo no, porque lo recibí a nombre del pueblo. Lo recibí a nombre de los caibarienenses, los santaclareños, los granmenses y los santiagueros, que fueron en definitiva los que hicieron posible que yo, a nombre de ellos, recibiera esa condición. No me siento merecedor de ella sino que la recibí a nombre de todos.
JAL: ¿Y cuál es el secreto para que un cuadro deje tanta estela de cariño lo mismo en Caibarién, que en Santa Clara, que en Granma, que en Santiago?
Lázaro Expósito Canto: Trabajar duro y con honestidad. Trabajar duro que es identificar los problemas, enfrentando problemas, resolviendo problemas, junto al pueblo y cuando se actúa con honestidad y con limpieza pues la gente es capaz de interpretarlo y querer.
JAL: Yo he hablado con muchos santiagueros, no quieren que usted se vaya, pero realmente Cuba lo necesita a usted, no solo Santiago.
Lázaro Expósito Canto: Yo soy un soldado de la Patria, un soldado de la Revolución y a las órdenes de Fidel y de Raúl. Siempre haré lo que mejor convenga a la Revolución.
JAL: Muchas Gracias Lázaro.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario