La carencia y escasez de recursos en muchos
aspectos cotidianos de la vida, ha sido la tónica del bloqueo económico,
financiero y comercial impuesto por los Estados Unidos a Cuba por más
de medio siglo.
La educación de niños ciegos en el país, es una de las labores afectadas por esa política hostil, porque ellos requieren de instrumentales y medios especiales que viabilicen su instrucción.
Para el aprendizaje de la escritura y lectura las máquinas Braille son determinantes, pero debido a la ley impuesta por la Casa Blanca son muy difíciles de comprar, y en ocasiones escasean en los centros dedicados a la educación de los infantes con deficiencias visuales.
Santos Carrazana Noa, trabaja en la escuela especial Fructuoso Rodríguez, de Santa Clara, allí lleva cuatro cursos dedicado a la reparación de esos aditamentos.
La falta de piezas en el país es la mayor dificultad que existe para el arreglo de estos instrumentos, porque esas partes se adquieren en el mercado internacional y por las restricciones del bloqueo se dificultan mucho, explica a la ACN.
El innovador reconoce que en el primer momento reparó 16 equipos, incluso algunos de la provincia de Ciego de Ávila.
Relata que su mayor inventiva estuvo en utilizar hojas de seguetas para sustituir las teclas que perforan el papel, y los remaches los reemplazó por pequeños tornillos recuperados de los transformadores de las lámparas fluorescentes.
Con orgullo Carrazana Noa relata una y otra vez los días que dedicó a encontrar la solución final para un problema tan delicado como la instrucción de los niños ciegos.
Abel Morales Cruz, es un alumno de la escuela Fructuoso Rodríguez, ciego total de nacimiento conoce de cerca las problemáticas que se le presentan cuando la máquina de escribir se rompe.
Utilizar la regleta y el punzón para escribir en las clases no es igual a usar la máquina, porque me demoro más, comenta el estudiante.
El niño explica cómo sus maestras y los padres construyen medios de aprendizaje con diferentes materiales desechados para que ellos puedan aprender las diferentes asignaturas, incluidas las matemáticas.
Abelito, como le conocen dice que para los estudiantes ciegos es vital la existencia de elementos tocables, porque ellos pueden identificar las figuras geométricas a partir del tacto.
Juan Sansó, director del plantel significa que las problemáticas de la educación de los niños ciegos supera la carencia de piezas de las máquinas Braille,
Muchos
débiles visuales necesitan espejuelos con cristales de gran aumento, que
no hay en el país, otros requieren de lupas para leer, y lámparas de
gran intensidad luminosa en las mesas de estudio o lectura, las cuales
también son deficitarias por las restricciones del bloqueo.
Sansó, recalca que cuando un niño tiene deficiencias visuales se deben
utilizar todos los recursos para que empleen la poca visión que tienen, y
a partir de ahí estimular su independencia social, pero al carecer de
los medios necesarios muchas veces se ven privados de esta posibilidad y
merman sus potencialidades.
Por Marta Hernández Casas (Tomado de CMHW)
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario