La impronta de Ernesto Guevara perdura en esta
ciudad en industrias que inauguró, sitios visitados, esculturas, obras
pictóricas, plazas y en el recuerdo de pobladores, testigos de la
liberación de la urbe en 1958.
Como aseguró Nicolás Guillén en su poesía Che, Comandante Amigo, el revolucionario sigue vivo, como no lo querían y una muestra de ello es el funcionamiento de una cátedra de estudio sobre su pensamiento, en la Universidad Central de Las Villas.
En el centro de altos estudios el Che estableció su comandancia como centro de operaciones para la toma de la ciudad de Santa Clara.
Un monumento colocado en la cumbre de una de las dos lomas del Capiro, donde ubicó sus tropas a unos 180 metros sobre el nivel del mar para visualizar la localidad, es hoy un lugar de referencia histórica, de acampadas pioneriles y solaz verde en medio del área urbana.
Nunca faltan flores frescas junto a una escultura de tamaño natural del Guerrillero de América, situada al frente del edificio que en 1958 ocupaba Obras Públicas y hoy resulta sede del Comité del Partido Comunista de Cuba, en Villa Clara, donde también se instaló la tropa rebelde.
Se trata de una bella obra de arte donada por el artista español Casto Solano a la central ciudad cubana y colocada en ese espacio en 1998, talla en bronce que recrea importantes momentos de la existencia del argentino-cubano.
Muy cerca y en el propio lugar de los hechos, sobresale un monumento en recordación de las acciones del ejército rebelde contra un tren blindado cargado de tropa élite, con el cual la tiranía pretendía detener el avance de la libertad hacia la capital.
Recuerdan al Ministro de Industrias la Planta Mecánica Fabric Aguilar
Noriega y la Empresa INPUD Primero de Mayo que inauguró, mientras, entre
otros centros, llevan su nombre el Instituto Preuniversitario
Vocacional, de Villa Clara, y el prestigioso cardiocentro, Colectivo de
Excelencia.
Como colofón y en su honor se encuentra el Complejo Escultórico Ernesto Guevara, espacio de conmemoraciones y donde los villaclareños, en nombre de todos los cubanos, guardan sus restos y los de varios compañeros de la Guerrilla en Bolivia, desde el 17 de octubre de 1997.
La presencia del Che se encuentra en muchos otros sitios,
que evocan de manera cotidiana y vívida su ejemplo entre los pobladores
de la ciudad, a 49 años de su asesinato, el próximo día nueve.
Tomado de la ACN
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