En diversos espacios de
reunión los intelectuales cubanos han tratado el tema de la producción
artística independiente, pues como
afirma Idier García, presidente de la Asociación Hermanos
Saíz (AHS) en Villa Clara, “ el tema está surgiendo con mucha fuerza y no se
puede obviar”.
La música y el cine son dos
sectores artísticos donde sobresale la creación independiente, una fuerte
competencia para las entidades estatales, ahora inmersas en una intensa
búsqueda de alternativas.
En Santa Clara por ejemplo,
existe un fuerte movimiento de trovadores aficionados, catalogado por Idier
García como segunda etapa de la trovuntivitis, quien afirmó: “está surgiendo un
patrimonio sonoro que debemos resguardar. Estamos pidiendo que existan vías
legales y estatales que permitan proteger ese patrimonio”.
En el caso del cine, el
Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC), se reconfigura y
busca mecanismos legales que le permitan comprar las producción independiente,
pues como asegura Idier García, el ICAIC ha dejado de ser un organismo
totalizador.
El llamado audiovisual
emergente es catalogado por Alberto Garrandés como un cine que está rompiendo
moldes y que ha puesto en crisis el papel rector del ICAIC.
Existe una producción
artística que surge a espaldas de las instituciones y que muchas veces supera
los productos legitimados, resultado de necesidades de expresión reprimidas
ante obstáculos burocráticos que deberán
modificarse para bien de la creación artística.
Por Lisandra Durán
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