Ha transcurrido mucho tiempo desde
aquel enero de 1985 llegué a la República
Popular de Angola, cuando siendo muy joven me atreví a
incursionar como periodista en un país todavía en guerra.
Y aunque no estuve directamente en el
lugar donde cubanos y angolanos libraban batallas para llegar a la
independencia definitiva de la nación africana, sí pude ver en detalles durante
casi 2 años las consecuencias del conflicto bélico.
Fue en el Periódico “Verde Olivo en Misión Internacionalista”
donde semanalmente, junto a otros colegas de la prensa cubana, publicaba
semanalmente las vivencias de los cubanos que prestaban ayuda en el país:
médicos, enfermeras, constructores, maestros y muchos más participaron entonces
en aquella epopeya que sumó a miles ce cubanos.
Y es que cuando el 11 de noviembre de
1975 Angola dijo basta a la dominación portuguesa, inició una nueva etapa en su
lucha por la independencia y el desarrollo. Atrás quedaban colonialismo y
esclavitud, pero aún faltaban guerras civiles, invasiones extranjeras, alianzas
hermanas e incluso, enfrentamientos al apartheid.
El MPLA ocupaba la capital Luanda el
11 de noviembre de 1975, fecha en que Portugal concedió oficialmente la
independencia, y su líder Agostinho Neto se convirtió en el primer presidente
de Angola al cesar el dominio colonial.
De inmediato se vio inmerso en la Guerra Civil de
Angola contra el FNLA del agente de la
CIA, Holden Roberto y la UNITA de Jonas Savimbi, a quienes apoyaban las
potencias imperialistas y sus aliados regionales de Zaire y Sudáfrica. La
invasión sudafricana a Angola hizo que el MPLA buscara la ayuda de Cuba y la Unión Soviética
para enfrentarla y las tropas cubanas se mantuvieron en el país hasta 1991.
Tras la derrota sudafricana en Cuito
Cuanavale, la independencia de Namibia, la retirada de las tropas cubanas y el
fin del Apartheid en Sudáfrica, el MPLA se mantuvo como la principal fuerza
política de Angola, derrotando a sus rivales en todas las elecciones sucesivas hasta
la fecha.
Hasta allí fueron muchos colegas de la
radio y la prensa, otros también combatieron codo a codo con los angolanos.
Nombres como Verdece Borrero, Jorge Placencia Jorge, Manuel de Feria, Eduardo Luís
Martín, Aldo Isidrón del Valle, Antonio García Acuña, Pedro Manuel Peña,
Fernando “Cachito” Mayea y José Antonio Fulgueiras vienen ahora a mi mente
cuando evoco aquellos acontecimientos.
En Angola, una amplia representación
de los diez millones de cubanos de entonces, protagonizaron brillantes páginas
de solidaridad. Coronaron la vocación internacionalista del pueblo, con una
participación directa en la lucha contra el colonialismo y el apartheid, que se
extendió por más de un cuarto de siglo, en diferentes puntos de África.
Actualmente se encuentran en ese país
africano más de 3 000 colaboradores cubanos que prestan servicios en sectores
como la salud, la educación y la agricultura, entre otros.
Por María Elena Carrillo
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